Alejandro García Padilla juramenta como el Décimo Gobernador de Puerto Rico

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García Padilla hace llamado a la unión y reconstrucción del país

(tonito.zayas@gfrmedia.com)
miércoles, 2 de enero de 2013
Actualizado hace 26 minutos
(creado 12:14 p.m.)
Primerahora.com

En sus primeras palabras como gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla llamó a los puertorriqueños a convertirse en la solución de los problemas que cada día enfrentan.

“Es hora de intervenir, de actuar, de producir soluciones, de ejercer el liderato en la definición de la mejor ruta a la que aspira este pueblo”, sentenció el líder del Partido Popular Democrático ante miles de personas que se congregaron en el lado norte del Capitolio para verlo jurar como el décimo gobernante de Puerto Rico.


Según afirmó el abogado coameño, “la preocupación paralizante no puede ser respuesta ante las cosas que vivimos. La solución no está en los anaqueles de una farmacia, la solución somos nosotros. Somos el paciente y también somos el médico... La fuerza del país, está en el país”.

García Padilla emplazó a los puertorriqueños a demostrar las cualidades positivas “ahora”, pues dijo estar convencido de que Puerto Rico es “un pueblo capaz de construir”.

Recordó que en épocas pasadas, como por ejemplo, durante la Gran Depresión, los puertorriqueños supieron levantarse.

“Los puertorriqueños de entonces estuvieron aquí para cambiar el dolor por la esperanza, la frustración por la fe, la devastación se convirtió en pasado, pasó a ser solo un prólogo de la gran transformación”, dijo el gobernador popular.

Por ello, García Padilla dijo estar seguro que los puertorriqueños de este nuevo siglo podrán superar los altos índices de desempleo, la deuda pública que afecta al Gobierno, las “angustiantes” estadísticas del crimen, así como la fragmentación social.


“Vamos a tener éxito otra vez, ahora”, afirmó.

“Otro amanecer es posible, otro resurgir es alcanzable. De entrada, tenemos que ser honestos... Los problemas son muy, muy, serios. No se pueden esconder. Ustedes los conocen mejor que nadie porque los padecen. Lo importante, ahora, no es venir a repetirle los problemas, es que nos ocupemos en superarlos”, agregó García Padilla en su emplazamiento para mejorar el país.

Invitó a todos los residentes de la Isla a trabajar juntos para echar “hacia adelante a este país”.

Dijo que hay alternativas para lograr la recuperación. Habló, primeramente, de la necesidad de dejar sentir la solidaridad ciudadana. Comentó que ahí estará la clave del éxito.

“De esa solidaridad es que se trata ahora. La solidaridad y la convergencia nos enriquecen”, acotó.

García Padilla aceptó que los problemas que atraviesa el país no se solucionarán “de la noche a la mañana”, pero aseguró que lo importante es que se empiece a hacer un cambio “sin pausa”.

García Padilla ofreció este mensaje, tras ser presentado por su hija, Ana Patricia, como el nuevo gobernador de Puerto Rico.

“Mi nombre es Ana Patricia García Pastrana y mis hermanos, Juan Pablo y Diego Alejandro. Queremos presentarles a alguien que conocemos muy bien. Con ustedes, el gobernador del Estado Libre Asociado, Alejandro García Padilla”, fueron las breves palabras de la niña de 10 años.

Al tomar su turno en el micrófono, dijo que debía agradecer a Dios por ser electo gobernador y pidió un aplauso para el saliente gobernador, Luis Fortuño, quien fue abucheado y a quien, desde el público, algunos le llamaron "pillo" y "satanás".


Mientras García Padilla hablaba sobre los problemas que enfrenta el país, desde el público, algunos de los asistentes gritaron: "ya se fue uno de ellos" y "está sentado al lado tuyo", en referencia a Fortuño.

Me pareció bien que cortara los abucheos y pidiera un aplauso para Fortuño. Fue un gran acto de clase que no vi con Sila, Aníbal o Fortuño.

El discurso fue bueno. Muy esperanzador. Espero que haga un buen trabajo. Después de 12 años de incompetencia e insensibilidad (este último el caso de estos pasados 4 años), necesitamos un cambio positivo.

Long on poetry and short on facts...

El Profe Garriga Pico hace un analisis escueto pero certero de la gran fiesta soberanis... er digo Popular de la juramentacion de Agapito...

Barruntos de año nuevo
7 de enero de 2013 - Opinión, Política, Puerto Rico - José Garriga Picó , Profesor de Ciencia Política UPR-RP
“AGP conscientemente enajenó a los estadistas, y a los que ocupan el centro del espectro político”


EL VOCERO / Archivo Tweet
¡Feliz año 2013 a todos mis lectores! El pasado 2 de enero, Alejandro García Padilla (AGP) juró como Gobernador ante cientos de extáticos seguidores mientras cientos de miles de puertorriqueños de todas las persuasiones seguimos el devenir de los eventos por los medio electrónicos. La atención era justificada pues el bienestar de Puerto Rico en estos próximos cuatro años (y aun años después) dependerá, en gran medida, de que AGP sepa escoger lo que es mejor para nuestra sociedad y nuestro estado. Desgraciadamente, las palabras y las acciones de AGP durante la ceremonia de juramentación y celebración y sus primeras ejecutorias como gobernador levantan serias dudas sobre si tiene la capacidad para escoger lo mejor para Puerto Rico y para lograr el apoyo nacional y local para implantar las políticas necesarias. Veamos.

La juramentación estuvo matizada en todo momento con fuertes tonalidades de nacionalismo parroquial. La música escogida para la actividad fueron temas preferidos de los independentistas e hispanófilos. Excepción hecha de las banderas protocolares, se voló la bandera de Puerto Rico sin estar acompañada de la americana y al llegar a Fortaleza, AGP saludó a los presentes ondeando sola la bandera de Puerto Rico. En los actos protocolares se evitó toda mención eludible de Estados Unidos. Se hizo mayor énfasis en la presencia de funcionarios de islas del Caribe que en la participación de personas del Gobierno federal y de los estados. En fin, el modelo para la actividad era la inauguración del presidente de una república caribeña, no la juramentación del gobernador de un estado. ¿Cuál pudiera ser el precio de esta proyección?

Fíjese que el presidente Barack Obama ni siquiera le envió un mensaje de felicitación, como ha sido la costumbre (y, si se lo envió, no lo leyeron, que es peor aun). El copresidente del Comité Interagencial, Tony West, estuvo presente en la ceremonia pero guardó silencio dedicándose más bien a absorber el clima nacionalista y de exclusión de lo americano para reportar al presidente y al ‘Task Force’. ¿Qué mensaje recibirá Washington en un momento en que se discute en el Congreso los recortes en el presupuesto federal y, por ende, nuestra participación en programas de beneficios. ¿Cuál será para el costo para los estudiantes, las madres solteras, los deambulantes y en general, los pobres de Puerto Rico de la ‘borrachera nacionalista’ de unos pocos en la inauguración de AGP?

La prensa oficialista vendió el mensaje del gobernador como uno de “unidad y esperanza” que “el Pueblo necesitaba escuchar”. En realidad fue uno vacío y hueco lleno de frases trilladas con poca sustancia de política pública. Comenzó refiriéndose a Puerto Rico como la nación y de ahí en adelante utilizó decenas de veces la palabra “País” (que usan independentistas y soberanistas para implicar que somos como los países independientes, o, que debiéramos serlo próximamente). No hubo referencias concretas a políticas públicas específicas. Su mensaje estuvo, además, matizado por el uso de palabras como “tiraera”, que demuestran que el mensaje tenía más de discurso de barricada que de mensaje de Estado. En fin, como me dijo un amigo profesor independentista que trabajó para Acevedo Vilá, “fue un mensaje de nivel de octavo grado.”

Más aun, por atraerse el apoyo de los izquierdosos y los nacionalistas de su partido y de grupos periféricos, AGP conscientemente enajenó a los estadistas, a los que creen en la unión permanente dentro y fuera de su partido y a los que ocupan el centro del espectro político. Aunque tenga los votos en la Asamblea Legislativa para aprobar sus proyectos, AGP ha renunciado a las políticas necesarias para continuar el proceso de recuperación de Puerto Rico y al apoyo de los grupos políticos locales significativos que podrían ayudarlo a motorizarlas.

No satisfecho con enajenarse apoyo externo a su administración, AGP en su primer día en el puesto enajenó a los prospectivos presidentes de las cámaras y toda su delegación legislativa al pretender imponer por la fuerza su reforma para esa Rama. Nadie tiene dudas de que hay que hacer reformas para reducir los costos de las Cámaras, pero AGP ha procedido en este asunto de una manera insensata generando disenso en vez de consenso necesario para esos cambios. En el proceso se ganó faltas de respeto de los líderes de las Cámaras y algunos de sus miembros. A cinco días de la administración García Padilla, es claro que estamos ante un líder que deja mucho que desear en cuanto a su capacidad administrativa y política